Por: Francesco Piazzesi, CEO de Échale.

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El derecho a la vivienda es reconocido como parte fundamental para vivir una vida digna, por lo que se le recoge y reconoce en los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, que tras varias iniciativas a nivel internacional y a través de su programa Hábitat III y de la Nueva Agenda Urbana (NAU), colocó a la vivienda en el centro del desarrollo sostenible (ONU, 2019). 

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A este respecto, los retos que presenta el sector de la vivienda en México están relacionados con la exclusión social, la desigualdad económica y la degradación ambiental. ONU-Habitat estima que en 2019 existían 12.6 millones de viviendas en condición de rezago habitacional (38.4% de las viviendas particulares habitadas en el país). 

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Para entender la problemática de la vivienda en nuestro país, podemos utilizar como referencia el estudio recientemente publicado por ONU Habitat (2019) ‘Vivienda y ODS en México’, del que destaca la siguiente información: 

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- El 10.5% de las unidades con rezago necesita una vivienda nueva para resolver su situación (1.3 millones de viviendas).

- El 58% de las viviendas con rezago requiere alguna intervención de mejoramiento de sus materiales y/o ampliación de sus espacios (7.3 millones de viviendas).

- El 22.1% de las unidades con rezago requiere, además, alguna intervención de mejora, ampliación o reemplazo, la provisión de infraestructura relacionada con agua potable, drenaje o electricidad (2.8 millones de viviendas).

- El 8.9% necesita el reemplazo de la vivienda en el mismo terreno en el que se ubica (1.1 millones de viviendas).

- Existe un 62.4% de rezago rural frente a un 31.7% de rezago urbano.

- Actualmente en México, 16.3% de las viviendas propias habitadas carecen de tenencia segura por falta de escrituras (PNV 2019).

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En este contexto, la propuesta de valor de ÉCHALE articula los objetivos sociales y ambientales de manera equilibrada, interdependiente y sinérgica. A nivel social persigue la inclusión de las personas de escasos recursos, ofreciéndoles acceso a financiamiento para la obtención de una vivienda digna y el empoderando de las familias mediante talleres de educación financiera y capacitación técnica, para que sean capaces de participar en las tareas de construcción de viviendas, recibiendo así un empleo remunerado. 

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A nivel ambiental, el sistema constructivo de bloques de tierra compactada y estabilizada (BTC) es sostenible ya que utiliza cal, cemento y tierra inerte del sitio donde se va a construir, reduciendo el impacto negativo de la huella de carbono de las viviendas, mejorando incluso algunas prestaciones de resistencia mecánica y de aislamiento térmico-acústico, algo que se traduce en una mayor sensación de bienestar de las familias.

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ÉCHALE es una empresa social que trabaja en el desarrollo de viviendas ecológicas y sustentables para comunidades vulnerables en México. El proyecto surgió desde 1997 como una ONG bajo el nombre de Adobe Home Aid, para satisfacer la demanda de vivienda digna y adecuada en México. Posteriormente, en 2006, se trasformó en una empresa social bajo el nombre de Ecoblock International, que impulsa la idea de empoderar a la gente, involucrándola de manera activa, y remunerada económicamente, en la elaboración de los materiales y la construcción de sus propias viviendas. 

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En 2013 se convierte en ÉCHALE SOFINCO, una compañía financiera comunitaria con el objetivo de ofrecer financiación para la adquisición de vivienda a las personas más vulnerables. 

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Desde principios de 2019, la organización está compuesta por una S.A., ÉCHALE, así como por dos entidades con visiones complementarias a la de esta institución, ÉCHALE Fundación y ÉCHALE SOFINCO. Estas tres entidades trabajan de forma sinérgica en torno a un mismo proyecto: ayudar a las familias mexicanas a disponer de un hogar adecuado y sostenible.

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Actualmente, ÉCHALE ha beneficiado directamente a más de 1,000,000 personas en México, habiendo construido más de 50,000 viviendas y realizado obras de mejora en más de 250,000 viviendas en el país.

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ÉCHALE ha sido distinguida como la primera Empresa B de México, y en dos ocasiones ha sido considerada en el listado ‘Las mejores para el mundo’. Ser Empresa B significa contar con un respaldo a nivel mundial que permite establecer una red de emprendimiento y asociaciones globales.

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